Por Manuel Soto, Fundador de Publifix

Hola, soy Manuel Soto, fundador de Publifix. Aunque la plataforma se lanzó oficialmente en 2020, su historia en realidad comenzó hace más de dos décadas, con un fracaso monumental. Una idea adelantada a su tiempo, que en su momento no encontró el camino, pero que, con los años, evolucionó, aprendió de los tropiezos y finalmente tomó la forma de lo que es hoy.
En 2003, con 23 años, trabajaba en Destinos del Aire, una revista fundada por mis padres en 1993 que se había posicionado bien en el nicho de salas VIP en aeropuertos. Parte de mis labores incluía la generación de notas y reportajes para la revista, especialmente en las secciones de entretenimiento, arte y cultura. Para estas áreas, recurríamos a Image.net, un portal de Getty Images que ofrecía contenido editorial en texto, fotos y video las 24 horas. Me parecía fascinante. Los grandes estudios de Hollywood y marcas internacionales lo usaban para distribuir material exclusivo para periodistas. Fue ahí cuando se me ocurrió: ¿y si creábamos algo similar para Latinoamérica?
Así nació Press Ready en 2003, nuestra primera versión de Publifix. Junto con tres socios, desarrollamos el software y lo lanzamos con la idea de que las grandes marcas estarían dispuestas a pagar una buena cantidad de dólares mensuales por usarlo. Salimos a vender convencidos de que teníamos un producto revolucionario. Pero la realidad nos golpeó duro: seis meses sin cerrar un solo cliente.
La gran oportunidad llegó con una reunión en Televisa, concretamente en sus oficinas en Santa Fe, Ciudad de México. Para nosotros, conseguirlos como clientes era el equivalente a que Image.net trabajara con Paramount Pictures (recordemos que en ese momento no existían las plataformas de streaming y Televisa era un gigante en la generación de contenido). Presentamos la plataforma con entusiasmo, hasta que llegó el momento de hablar del precio. El ejecutivo que nos atendió simplemente se rió de nosotros. Su razón fue simple: Televisa controlaba los principales medios del país, no necesitaba una plataforma para distribuir su contenido. Nos quedamos sin argumentos.
Pocos meses después, cerramos Press Ready sin haber conseguido un solo cliente. El problema no fue la tecnología ni la propuesta de valor del servicio, sino nuestra estrategia de precios, que era extremadamente elevada. Cada socio tomó su camino y la idea quedó archivada en mi cabeza, aunque nunca dejé de pensar en ella.
Años después, en 2017, fundé mi propia empresa editorial, que afortunadamente funcionó bastante bien. Pero la idea de Press Ready seguía dando vueltas en mi cabeza. ¿Por qué habíamos fracasado?
En 2019, encontré la respuesta en el libro Suscritos de Tien Tzuo, el cual explicaba cómo el modelo de suscripción recurrente podía aplicarse a cualquier negocio para escalarlo exponencialmente. Tien Tzuo, fundador de Zuora y exejecutivo de Salesforce, es un pionero en la “Economía de Suscripción” y su libro me abrió los ojos.
Pensé: ¿y si en lugar de cobrar miles de dólares a unas pocas marcas, cobrábamos una suscripción accesible a cientos de clientes? En otras palabras, transformar Press Ready en un SaaS (Software-as-a-Service), con una suscripción mensual asequible, al estilo de Netflix o Spotify.
Así comenzamos a desarrollar Publifix en 2019 y lo lanzamos en febrero de 2020 con planes desde 79 dólares al mes. El primer mes, ni un solo cliente. El segundo, nada. El tercero, igual. Pero en el cuarto mes, todo cambió. Recibimos una notificación de Stripe, nuestra pasarela de pagos: alguien había ingresado su tarjeta y comprado una suscripción. Nuestro primer cliente.
Han pasado 61 meses desde entonces, y ese mismo cliente, que en junio de 2020 compró la primera suscripción en Publifix, sigue activo en la plataforma. Y la ironía más grande: Image.net, aquella plataforma que me inspiró en 2003 y que pertenece a Getty Images… ¿Adivinen quién también es cliente de Publifix hoy? Sí, Getty Images.
A veces, una idea solo necesita el modelo correcto para funcionar.